La Capilla de Rosslyn

 

Capilla de Rosslyn - Entrada lateral Este. Fotografía del autor.

Desde Edimburgo hasta la localidad de Rosslyn, lugar donde se encuentra la famosa capilla homónima, apenas distan 15 km que recorrí en la línea del autobús urbano que enlaza ambas ciudades y que apenas me llevó una hora de trayecto.

Al llegar a Rosslyn, el lugar me resultaba muy familiar, ya que, no en vano, muy cerca de allí, había existido una encomienda templaria, así como un castillo perteneciente a la Orden del Temple, y del que aún existen algunos restos arqueológicos.

Pero mi interés se centraba en la Capilla Rosslyn (Rosslyn Chapel), proyectada originalmente como colegiata de San Mateo en el año 1446 por William Sinclair, I conde de Caithness, descendiente del Clan Sinclair, caballeros templarios que ayudaron al rey Bruce en la guerra de Escocia contra Inglaterra. Si bien se empezó a construir en el año 1456 y, aunque no fue acabada en su totalidad, pues el proyecto inicial era mucho más ambicioso que el resultado final, se tardaron más de 40 años en construir la parte que ahora se conoce como Capilla Rosslyn, ya que, a la muerte de William Sinclair, se interrumpió la construcción, quedando tal como se encuentra actualmente. Quizá por esta circunstancia, me resultaba imprescindible comprobar por mí mismo, qué parte del proyecto inicial se había construido y qué parte se dejó de construir, así como las pistas o señales que hubiesen podido quedar registradas en el templo.

Inicialmente la Capilla Rosslyn fue consagrada como una iglesia de culto católico, pues tal era la filiación religiosa del conde William Sinclair; sin embargo, tras la Reforma Escocesa llevada a cabo en 1560, el culto católico en dicha capilla llegaría a su fin, si bien en el clan Sinclair continuaron profesando la fe católica hasta el siglo XVIII.

A partir de entonces, la Capilla se mantuvo cerrada al culto público hasta 1861, fecha en que fue abierta de nuevo, pero ya dentro del rito de la Iglesia Episcopal Escocesa.

 Este hecho, sin duda, marcaría un antes y un después en toda la simbología que se pudiese encontrar en la Capilla, o así me lo parecía a mí. Algo que muy pronto iba a descubrir.

Nada más bajar del autobús y tras recorrer unos 400 metros, ya pude divisar la fachada del campanario de la Capilla.

Al acercarme hasta la fachada lateral principal, por la que se accede al interior, me percaté de que aquella construcción tenía mucho más de museo gnóstico, por definirlo de una manera simple, que de iglesia de culto.

Cada ornamentación, tanto externa como interna, que aparece en la Capilla, sugiere ideas o conceptos paganos que poco o nada tienen que ver con la religión católica ni tampoco con el rito episcopal escocés.

Así, por ejemplo, en la puerta de la entrada principal de la Capilla, se pueden observar dos gárgolas de piedra que aparecen sacando la lengua, una imagen que nos avisa de lo que se va a encontrar en su interior, pues hallaremos cientos de imágenes y esculturas de rostros grotescos, con diferentes muecas, ubicados en casi todos los rincones de la Capilla, que parecieran querer revelar algún secreto.

Gárgolas en la entrada de la fachada de Poniente. Fotografía del autor.

O escenas bíblicas como la expulsión del Jardín del Edén, el Ángel caído o la Crucifixión, se entremezclan con esculturas paganas, relacionadas con tradiciones templarias y masónicas como el mítico "Pilar del Aprendiz" (del que nos ocuparemos con más detalle), uno de los tres pilares que separan el coro del ala central de la Capilla, o especialmente el "Green Man" (el hombre verde), un extraño rostro humano rodeado de vegetación que puede verse repartido por toda la capilla en más de cien imágenes talladas en la piedra; una imagen o simbología representada en distintas culturas, donde simboliza a la naturaleza y sus ciclos, la fertilidad y el renacimiento. Un símbolo muy común en la Edad Media.

Green Man

Nave central y altar Mayor, Capilla Rosslyn. Fotografía del autor.

Y ahora es cuando llegamos hasta el Pilar del Aprendiz.

La Capilla se sostiene sobre catorce pilares que forman una arcada de doce arcos puntiagudos sobre tres lados de la nave. Los tres pilares del extremo este de la capilla son llamados, de norte a sur, el Pilar Maestro, el Pilar Oficial, y el más famoso, el Pilar del Aprendiz. En el extremo oeste, otros tres pilares dividen la nave y la capilla de la Virgen.

El pilar del aprendiz. Fotografía del autor

El pilar es muy fácil de identificar, pues se trata de una columna que parece retorcerse sobre sí misma, a cuyos pies aparecen las figuras de varios dragones nórdicos o serpientes entrelazadas. Se cree que el pilar representaría el árbol de la vida en la mitología nórdica, con los dragones o serpientes devorando las raíces del árbol.

El Pilar de Aprendiz debe su nombre a una leyenda que implica al maestro albañil responsable de la cantería en la capilla y a su joven aprendiz.

Según la leyenda, el maestro albañil fue a Roma en busca de un pilar que le inspirase, ya que no se atrevía a realizar el trabajo sin haber visto la columna original. Así que emprendió un largo viaje con esa finalidad.

El aprendiz del albañil tuvo un sueño donde vio el pilar terminado, lo dibujó y comenzó a realizar el trabajo. El albañil, al volver de Roma, vio la columna terminada, preguntó quién lo había tallado y le respondieron que había sido su aprendiz.

Preso de la ira y la envidia, le asestó un fuerte golpe con la maza en la cabeza, matándolo en el acto. El maestro fue ahorcado por tan cruel acción y la capilla tuvo que ser consagrada de nuevo.

Un tiempo más tarde, los rostros del maestro y del aprendiz se tallaron en una esquina de la capilla, de tal modo que, el maestro, está obligado a ver el Pilar del aprendiz noche y día, y así para toda la Eternidad. Pero, en todo caso, no es más que una leyenda…

Y de nuevo, nos encontramos con una imagen que desvelaría la presencia de los Caballeros Templarios en Argentina. Se trataría de las mazorcas que aparecen grabadas en un arco de la Capilla.

Como ya se ha dicho, la Capilla de Rosslyn se empezó a construir en el año 1456, y se dejó de construir a la muerte del conde Wiliam Sinclair en 1484. Por lo que resulta evidente de que, hasta el 12 de octubre de 1492, fecha en que oficialmente Cristóbal Colón descubre América, el continente americano era desconocido de forma oficial para el resto del mundo… excepto para los Caballeros Templarios.

  

Grabados en un arco de la Capilla Rosslyn, con aspecto de mazorca (maíz).

Y a este respecto, hay que recordar que, Enrique I de Sinclair, conde de Orcadas y barón feudal de Rosslyn (1345–1400), fue un noble escocés más conocido hoy día debido a una leyenda moderna que afirma que participó en las exploraciones de Groenlandia y América del Norte casi 100 años antes de Cristóbal Colón, que sería la clave para justificar la existencia de los supuestos grabados de mazorcas en la Capilla Rosslyn. Pues bien, Enrique I de Sinclair, era el abuelo de William Sinclair, Ier Conde de Caithness, el constructor de la capilla Rosslyn. Y es precisamente por la leyenda existente sobre los viajes de su abuelo que, varios autores, entre los que destacan Robert Lomas y Christopher Knight, creen que algunos grabados en la capilla representan a los choclos o maíz de las Américas.

El maíz era desconocido en Europa durante todo el tiempo que duró la construcción de la Capilla y no se cultivó en el continente hasta siglos después. Estos autores creen ver en dichos grabados una evidencia que apoyaría la idea de que Enrique Sinclair viajó al Nuevo Mundo mucho antes que Colón. Sin embargo, los investigadores y estudiosos académicos, sólo ven en dichas tallas la representación de espigas de trigo estilizadas, de lirios o incluso de alguna otra planta conocida en ese tiempo, pero que, sin embargo, no es reconocible con ninguna de las plantas que dichos científicos sugieren.

A pesar de la gran cantidad de simbología esotérica y masónica existente en la Capilla, la información actual al respecto es escasa o nula. El desconocimiento de su verdadero significado, así como la parte esotérica u oculta de la Orden del Temple, ha propiciado que surjan centenares de especulaciones e interpretaciones que poco o nada tienen que ver con la realidad.

Al respecto hay que recordar que, la Orden del Temple, fue disuelta por el Papa Clemente V el 18 de marzo de 1312 mediante la bula "Vox in excelsor", lo que unido a la anterior orden de captura dictada por el rey francés Felipe IV el hermoso el 13 de octubre de 1307, hizo que aquellos Caballeros Templarios que no fueron capturados por las tropas del rey francés, tuviesen que huir del continente europeo, por lo que una buena parte de Caballeros fueron hasta las islas Británicas, donde se unieron al rey Bruce de Escocia en la guerra contra los ingleses. Entre esos Caballeros templarios se encontraba el clan Saint-Clair (Sinclair), quienes el 24 de junio de 1314 ayudarían al rey Bruce en la batalla de Bannock-Burn. Casi siglo y medio después, su descendiente William Sinclair, sería quien construiría la Capilla de Rosslyn en 1456.

Y es aquí donde surge la leyenda de que los descendientes de los Caballeros Templarios construyeron la capilla para esconder su tesoro en una cripta sellada que jamás ha vuelto a abrirse, y sería precisamente en la compleja ornamentación del templo donde estarían las claves para acceder al tesoro.

La Capilla Rosslyn (fachada Norte). Fotografía del autor.

A pesar de las evidentes señales y muestras enigmáticas existentes en la Capilla Rosslyn, lo cierto es que hasta la aparición del libro "El Codigo Da Vinci" en el 2003, uno de los mayores éxitos en ventas de todos los tiempos, y posteriormente con la adaptación al cine de la novela realizada por Ron Howard en el 2006, la Capilla Rosslyn, apenas había sido un lugar turístico más de Escocia. Pero fue a partir de entonces que el turismo acudió en masa a visitar el lugar que aparecía en la película, y ello propició que se pudiera reunir el suficiente dinero necesario para restaurar por completo la Capilla.

A través de unas escaleras existentes junto al Pilar del Aprendiz, se accede a una pequeña cripta que, según las teorías, esconde la cámara oculta de los templarios.

Sea como fuere, en el dintel de las escaleras, aún se puede apreciar un pequeño círculo blanco que nada tiene que ver con las supuestas pistas mostradas en el filme, sino que se trataría de la marca que ha dejado huella durante el rodaje de la película.

Escaleras a la cripta de la Capilla Rosslyn. Fotografía del autor.

Como se recordará en dicha película, los protagonistas, Tom Hanks y Audrey Tatou, aparecen en la cripta de la Capilla donde deberían encontrar las pistas que les llevaría hasta María Magdalena. Pues bien, esta escena y la fama y popularidad del libro y de la película, hicieron que las visitas a la Capilla de Rosslyn se disparasen, convirtiéndola desde entonces en un lugar de visita obligada.

Una de las escenas representadas en la Capilla Rosslyn relacionada con temas esotéricos es la Danza de la Muerte. En la época de la construcción de la Capilla, la muerte era un tema frecuente en las representaciones que se tallaban en la piedra, abarcando las diferentes situaciones de la vida cotidiana. Dentro de la nave central y en uno de los arcos, se pueden encontrar talladas distintas escenas protagonizadas por esqueletos, los cuales aparecen realizando diversas tareas cotidianas, simbolizando con ello el triunfo de la muerte sobre la vida en todas sus facetas.

Grabado en piedra representando a la muerte, tocada con una corona real y con el texto: "Omnium mors aequa" (La muerte del justo). Fot. del autor.

En uno de los frisos de la Capilla aparecen representados los siete pecados capitales, y en otro, la representación de las virtudes. Sin embargo, resulta curioso observar cómo existe un "error" en la distribución de ambas representaciones pues, la virtud de la Caridad, se encuentra ubicada entre los siete pecados capitales y, en cambio, el pecado de la Avaricia, se encuentra entre la representación de las virtudes. ¿Se tratará de alguna pista esotérica o simplemente se debe a un error del escultor?

La Capilla Rosslyn. Fachada de Poniente. Fotografía del autor.

Otra curiosidad es la que nos ofrece la gran cantidad de ángeles mensajeros que aparecen por toda la Capilla, a la vez que se muestran diversas escenas bíblicas, como la expulsión de Adán y Eva del Paraíso, el Ángel caído, la Crucifixión o San Pedro sosteniendo las llaves del Cielo, por poner sólo algunos ejemplos. Así como el techo de la capilla, adornado de flores y estrellas, mostrando una imagen idealizada del cosmos.

Otro elemento que no puede pasar desapercibido es la cantidad de figuras representando a seres angelicales. Decenas de ángeles adornan los muros de la Capilla y, sobre todo, durante el recorrido hacia la cripta, como anunciando un lugar especial, un lugar elegido, un lugar donde se haya oculto… ¿quizás el "Tesoro Templario"… o el Grial…?

El impresionante techo de la Capilla Rosslyn. Fotografía del autor.

Figuras de ángeles adornando los muros de la Capilla. Fot. del autor.

Figuras de ángeles adornando los muros de la Capilla. Fot. del autor.

Pero por si todo lo anterior fuera poco, también encontraremos varias escenas relacionadas con la masonería, lo que nos llevaría a contemplar todo lo comentado anteriormente con los Maestros Masones y los Caballeros Templarios.

Como ya se ha comentado, las innumerables simbologías existentes en la Capilla Rosslyn, están ligadas directamente con los Caballeros Templarios y la masonería.

Y es que mientras algunas teorías afirman que en este lugar existe una especie de cripta sellada donde se custodiaría el Santo Grial, tal como se indica en la novela de Dan Brown, lo cierto es que algunos testimonios históricos sí que cuentan cómo a comienzos del siglo XIV (1312), con el desmantelamiento de la Orden del Temple, cientos de Caballeros Templarios se refugiaron en Escocia, donde no eran considerados proscritos.

En todo caso, sí es cierto que la capilla incluye algunos elementos ligados tradicionalmente a la simbología masó-nica, ya que la masonería habría podido servir como vía de escape a los Caballeros Templarios huidos de Francia. 

Entre algunas de dichas simbologías masónicas y templarias cabe destacar la estrella de cinco puntas, la paloma que lleva una rama de olivo, la piña o la cruz templaria, así como un grupo de bloques de piedras labradas y talladas en diferentes fases de construcción, indicando la evolución de la obra por el Maestro masón.

Estrella de 5 puntas o pentáculo en las columnas exteriores de la Capilla. Fotografía del autor.
 
Escultura de león. Fase inicial de su creación (masonería). Fotografía del autor.
 

Escultura de león. Fase intermedia de su creación (masonería). Fotografía del autor.

Escultura de león. Fase final de su creación (masonería). Fotografía del autor.

A pesar de las innumerables visitas de investigadores expertos y aficionados al tema de los Caballeros Templarios y la figura de María Magdalena, resultaba sorprendente que, hasta mi visita, nadie se hubiese percatado de una estatua de María Magdalena ubicada en la tumba del Conde de Sinclair, que representa el momento en que María Magdalena lleva consigo el tarro de los óleos con el que debería ungir el cuerpo de Jesús en su tumba, además de señalar con la mano izquierda su vientre, en ademán de estar embarazada, tal como es representada en la mayoría de esculturas donde se le puede apreciar la preñez.

Una señal o guiño que, el Clan Sinclair, quiso dejar a la vista de todos, o como ya dijese en otras ocasiones:

"Si deseas guardar un secreto, déjalo a la vista de todos".

María Magdalena en la tumba del Clan Sinclair. Fotografía del autor.

María Magdalena en la tumba del Clan Sinclair. Fotografía del autor.

Si algo resulta altamente extraño, es que en una iglesia católica no exista ningún crucifijo ni imagen de Jesucristo en el Altar Mayor.

Pues eso es precisamente lo que sucede en la Capilla Rosslyn.

La única imagen que preside el altar Mayor es la de una Madona con el niño en brazos.

Una imagen frecuentemente utilizada por los Caballeros Templarios para hacer referencia a la Diosa Madre, la Diosa Creadora de Vida, la Diosa Isis… Nuestra Señora… y, en su representación… ¡María Magdalena!
La escultura de "Nuestra Señora" con el niño en brazos, única imagen presidiendo el altar Mayor. Fotografía del autor.
La escultura de "Nuestra Señora" con el niño en brazos, única imagen presidiendo el altar Mayor. Fotografía del autor.

Tras mi visita a la Capilla Rosslyn, tenía muy claro la importancia de Los Caballeros Templarios con la custodia del Grial; todas las pistas y señales me habían conducido siempre hasta María Magdalena, hasta el Grial.

Pero incluso así, aún no había recordado la parte que se había borrado de mi memoria.

¿Por qué no conseguía recordar… qué me llevó a formar parte de los Caballeros Templarios?

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Extracto del libro "Operación Pegasus - El Caballero del grial" de José Luis Giménez
https://www.amazon.es/dp/B086PSMYJM