Bandera blanca - Alto el fuego



En las guerras de trincheras, cuando una parte de los contendientes deseaba realizar algún tipo de pacto, levantaba la bandera blanca, no en señal de rendición, sino de desear dialogar y llegar a algún tipo de pacto.

Hoy he decidido levantar la bandera blanca e iniciar el alto el fuego, y me explicaré:
Por mi carácter justiciero y reivindicativo, suelo denunciar y criticar todas aquellas actuaciones que son injustas para todas las personas e incluso los animales. No me gustan las imposiciones, los recortes sociales, ni tampoco todo aquello que tenga que ver con la eliminación o reducción de los derechos humanos.

Es por eso que deseo explicar la postura que voy a adoptar a partir de ahora y mientras sigamos padeciendo esta pandemia mundial del coronavirus maldito.

Por todo lo que ya he dicho anteriormente, siempre he denunciado, protestado y criticado a quien correspondía, convencido de que de esa manera ayudaba a que se corrigiesen los fallos y errores, pero eso no siempre resulta ser lo mejor. Y en este caso del confinamiento y las consecuencias de la cuarentena por la pandemia del coronavirus, mantener una postura de ataque, no es lo mejor para nadie.

Y es precisamente lo que me han manifestado algunas personas que sé me estiman y me siguen en las redes, lo que me ha hecho tomar esta decisión y cambiar mi actitud con respecto al tema de la pandemia, al emplearme en denunciar y criticar, en vez de presentar otra visión más positiva, dentro de lo posible, para ayudar a las personas que se sienten abandonadas a su suerte, que no entienden lo que está sucediendo y que sólo buscan ayuda, comprensión y cariño, pero que, en estos momentos actuales de crisis mundial, parece que una gran mayoría sólo desean ver lo negativo y no buscar las posibles soluciones o, cuanto menos, procurar que el miedo no haga merma en ellos.

Es por eso que entono el "mea culpa" y, a partir de ahora, sólo me dedicaré a facilitar información que sirva para alimentar el alma de las personas, para mostrarles el camino de la esperanza, para hacerles sentir que no están solas y que sí nos importa a todos cómo se encuentran.

Todos somos Uno. Esta frase tan manida y tan poco entendida por muchos, es la clave del entendimiento. Tenemos que tomar consciencia de que, solos, no somos nada. Necesitamos de todos para vivir; para poder vivir como seres humanos, y no como si fuéramos ganado. La individualidad tampoco soluciona los problemas del individuo. Necesitamos de todos los demás. Nadie se puede valer por sí solo si quiere avanzar en la evolución de la existencia.

Es evidente de que las cosas no se han hecho bien desde el principio. Pero dedicarnos todo el día a criticar los errores, no hará que la situación mejore. Ahora necesitamos más que nunca estar unidos, buscar la manera de salir lo antes posible de esta terrible crisis y retomar con más fuerza el nuevo futuro que nos espera. Ya habrá tiempo de pedir las responsabilidades pertinentes a quienes corresponda. Pero ahora necesitamos estar todos a una.

Hoy, domingo 26 de abril 2020, después de 44 días de confinamiento, hemos visto por fin la alegría de los niños en nuestras calles. No deja de ser un soplo de vida, un mensaje de esperanza de que vamos a salir de esta y de que habremos aprendido la lección.

Hay mucho que hacer, y aún nos queda mucho por aprender, pero sin la solidaridad de todos hacia todos, no será posible superar esta crisis.

Espero que estas humildes palabras sirvan también para que otros recapaciten y decidan sumarse al bando de la esperanza, al bando de los solidarios, en definitiva, al bando de la Luz.

José Luis Giménez
www.jlgimenez.es / www.joseluisgimenez.com