Acabamos de entrar en la fase 1. La mitad de los
españoles que han tenido el privilegio de ser los primeros en tener algo más de
libertad en este "confinamiento sanitario", están contentos, porque piensan
que ellos son los privilegiados, ya que el resto no podrá hacerlo hasta que lo
decida el Gobierno.
Y esto me recuerda a la "fábula de Stalin
y la gallina", según la cual, el dirigente manda traer a una gallina, a la
que agarra del pescuezo, mientras la va desplumando poco a poco entre grandes
cacareos, causándole un gran dolor al animal. Cuando ya ha terminado y la ha
dejado sin plumas, la deja en el suelo y se aleja de ella, mientras le va
ofreciendo comida en granos de maíz. La gallina lo persigue por todo el recinto,
a fin de que le siga dando comida. Entonces Stalin, les dice a sus
colaboradores: “Así se gobierna a los estúpidos, ¿ven cómo me sigue la gallina
pese al dolor que le he causado?”.
Y es que, después de apretar fuertemente el
cuello, impidiendo respirar, se agradece que dejen de presionar por unos
instantes, para volver a tomar aire hasta la próxima "apretada".
Hasta el momento de la actual "crisis
sanitaria", cuando existía una epidemia o pandemia, se confinaban
únicamente a los enfermos. Ahora se hace al revés, se confinan a todos, sanos y
enfermos, se paraliza el país y se introducen nuevas "normas".
Y es que, por si alguien aún no se ha
enterado, acabamos de ingresar en el "Nuevo Orden Mundial", o como
dijo la ministra de Hacienda hace unos días en una comparecencia en TV:
"Entramos en una Nueva Normalidad".
José Luis Giménez